Con la ayuda de estudiantes becados, ASHRAE quiere obtener respuestas a la pregunta de cuanta energía consumen los usuarios de oficinas y cómo impacta ésta en su confort personal.
Jared Langevin, de la Drexel University desarrollará, a través de su proyecto: “Comportamiento Humano y Arquitectura de Bajo Consumo, como parte de la adaptación al medio, el confort personal y el uso de la energía en el entorno construido “ el diseño de las mejores herramientas para cuantificar el confort y el comportamiento de los ocupantes como partes integrantes del edificio y de los procesos de operación
Langevin es uno de los 21 estudiantes que recibirán una beca a través de “ASHRAE Graduate Student Grant-In-Aid Award Program”, un programa diseñado para animar a los estudiantes a continuar su educación preparándose para trabajar en la industria de HVAC &R. Las subvenciones se otorgan a estudiantes graduados a tiempo completo, en tecnologías relacionadas con ASHRAE.
"En los últimos años, se ha sugerido que las discrepancias entre el consumo real de energía y el consumo previsto en edificios de oficinas se pueden atribuir a una sola fuente de incertidumbre: el ocupante del edificio," dijo Langevin. "Mientras que los cálculos de ingeniería tradicional en la etapa de diseño para edificios de oficinas, han asumido que los ocupantes solo contribuyen en la aportación de calor añadido, en la práctica, los empleados de la oficina real, interaccionan y se adaptan a su entorno de manera mucho más significativa. Recientes estudios han demostrado que esta interacción tiene efectos importantes sobre el uso de la energía."
Él Sr.Languevin añade que no hay actualmente herramientas adecuadas que puedan utilizar arquitectos e ingenieros en el comienzo del proceso de diseño, para sopesar varios escenarios de comportamiento de los ocupantes en relación con aspectos clave del diseño, confort esperado, productividad y uso de energía. Como consecuencia de esto, los diseñadores del edificio desconocen cómo pueden las personas realmente utilizar y percibir sus espacios y de esta forma definir estrategias para lograr un acondicionamiento eficiente energéticamente a pesar de las incertidumbres que rodean el comportamiento de los ocupantes, dijo. En su lugar podrían estar usando estas incertidumbres en sí mismas como una oportunidad para ahorrar energía y mejorar la calidad del aire interior.
El proyecto incluirá la construcción de un marco general para vincular la simulación del comportamiento de los ocupantes con programas de simulación energética de todo el edificio, de forma que los resultados del comportamiento, confort y productividad pueden ser evaluados directamente junto a los impactos del uso de energía posible en el diseño, la construcción y operación de los edificios.
Langevin también desarrollará una rutina de simulación de comportamiento de los ocupantes de las oficinas que generará patrones de comportamiento individual y de grupo de manera que esta rutina, se pueda integrar en el marco general de la simulación del edificio. Incluirá paquetes de salida desde la herramienta de simulación del comportamiento-energético integrado de forma que pueda ser entendida por ingenieros y arquitectos.