PV GRID analiza la situación con detalle en 16 países europeos, en los que se celebran sesiones técnicas específicas (workshops) y un Foro abierto en el que debatir los aspectos clave. En este sentido, el pasado día 2 de julio se reunieron en Madrid expertos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT); de las distribuidoras Endesa, Enel, Gas Natural Fenosa e Iberdrola; de la Universidad Pontificia Comillas; de la consultora Eclareon, de la empresa I+D Energías y de las asociaciones fotovoltaicas de la República Checa (CZEPHO), Portugal (APESF) y España (UNEF).
PV GRID ha analizado las barreras actuales que impiden el desarrollo de la fotovoltaica en Europa, identificándolas, proponiendo soluciones técnicas, y formulando recomendaciones regulatorias.
En el ámbito de las barreras administrativas –muchas de ellas, fruto de la competencia por el mercado–, PV GRID continúa la labor de otro proyecto europeo, PV LEGAL, aportando información de todos los países y señalando las mejores prácticas para solucionarlas. En un contexto en el que las políticas de fomento a la fotovoltaica se debilitan en Europa, minimizar los costes asociados a las tramitaciones –denominados soft costs– adquiere una importancia capital.
En el ámbito de las barreras técnicas, PV GRID ha realizado una priorización de soluciones a aplicar en el ámbito de las redes de distribución, bajo el punto de vista de las compañías distribuidoras, de los propios “prosumidores” –generadores y consumidores de electricidad a la vez–, o mediante acciones conjuntas, que permitan una integración a gran escala de la fotovoltaica en las redes eléctricas. El refuerzo de las redes, el almacenamiento o la gestión de la demanda son algunas de las soluciones identificadas.
Análisis de España
En España, en general, no ha habido un problema importante de penetración de la fotovoltaica, como demuestra el hecho de que cubra un porcentaje significativo de la demanda eléctrica, que llega hasta un 20% en el caso de Extremadura.
No obstante, se pueden plantear problemas de tensión y de saturación de redes, lo que precisaría que las distribuidoras tuvieran más control sobre las instalaciones, papel que desempeña REE hasta ahora. También están apareciendo flujos inversos en las redes de baja tensión, que deben ser abordados desde una gestión activa y dinámica del sistema en su conjunto, para evitar saturaciones.