“La arquitectura, la energía y la economía están íntimamente vinculadas. Hacer compatible los intereses económicos, la calidad de vida y la protección del medio ambiente supone una importante oportunidad de negocio que no debemos desaprovechar”. Esta es la principal conclusión de nueva edición del Energy³ Innovation-Days 2013 organizado por Schüco, que se celebró el pasado 22 de mayo y al que asistieron más de 150 arquitectos y profesionales del sector. El Hotel Casa Fuster, que fue construido en 1908 por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, acogió el III Gran Debate de la Arquitectura del Mañana en el que se abordaron temas tan actuales como qué arquitectura hay que hacer en la Europa actual, futuro inmediato de la arquitectura sostenible, relación entre Diseño, Confort, Seguridad y Energía, y qué necesita la arquitectura de la tecnología.
Para Schüco, el cambio climático es uno de los retos globales más importantes de nuestro tiempo. Los recursos naturales disminuyen y, en cambio, las emisiones nocivas aumentan. Los países están desarrollando o ampliando sus objetivos en cuanto a la protección del clima; sin embargo, este proyecto requiere mucho esfuerzo y tiempo.
En este contexto el término sostenibilidad marca el trabajo político, empresarial y social. La sostenibilidad está muy ligada a la capacidad de ser previsor desde etapas tempranas, además de tener buena voluntad para actuar. El modelo de los tres pilares de la sostenibilidad se basa, además de en la sostenibilidad económica y sociocultural, en la sostenibilidad ecológica. El objetivo principal de esta última es conservar la naturaleza y el medioambiente para las generaciones venideras, lo que incluye también la protección global del clima, que es mucho más que un asunto particular.
En esta ocasión, Schüco seleccionó a un completo plantel de profesionales que dieron su punto de vista sobre un concepto tan actual como la sostenibilidad y su relación con la arquitectura o que expusieron cómo afectará la normativa que ultima el Gobierno en el sector de la edificación.
En el debate coloquio, cuyo lema ha sido NATURALEZA PERSONAS TECNOLOGÍA, participaron Coque Claret (arquitecto y profesor de la Escuela Superior de Arquitectura ETSAV-UPC de Sant Cugat), Xavier Ferrés (arquitecto de Ferrés Arquitectos y Consultores), Francesc Pla (arquitecto del Estudio BOPBAA) y Alberto Veiga (arquitecto del Estudio Barozzi Veiga) junto a Angel Funcia, Director Técnico de Schüco. Además, el acto contó con la presencia de Manuel Del Pino, Director General de Schüco Iberia, que se encargó de dar la bienvenida a los asistentes y de clausurar este acto, moderado por la conocida comunicadora Claudia Garrido.
“En Schüco hemos planteado este Debate como un espacio de reflexión en el que los ponentes, procedentes de distintos ámbitos y con diversas experiencias, realizarán una contribución decisiva para concienciarnos aún más si cabe, de la necesidad de abordar los proyectos arquitectónicos con diferentes criterios en los que entre la arquitectura, la tecnología, y las personas”, declara Manuel Del Pino, Director General de Schüco Iberia.
Arquitectura y Déficit energético
En la Unión Europea el consumo energético del sector residencial es del 40%. En España según el estudio publicado en 2012 por el IDAE es del 17% el consumo de energía final y el 25% de electricidad. Hacer los edificios más eficientes es el nuevo reto al que se enfrenta la arquitectura.
No obstante, y tal como afirmó Coque Claret “la arquitectura no es sostenible, no es un atributo de la arquitectura. Somos las personas las que debemos hacer un uso sostenible de los edificios. Pensar que la sostenibilidad es un atributo de la arquitectura es uno de los grandes errores. De lo que debemos hablar es de arquitectura y sostenibilidad”.
Sobre la relación entre la Arquitectura y el déficit energético, Francesc Pla manifestó que “hay que reestructurar el edificio para que se abastezca siguiendo otra lógica a la actual. Debemos tender a los servicios centralizados y hacer una labor de pedagogía entre los usuarios de los edificios para hacerles entender que compartir sistemas y espacios es mucho más eficiente energéticamente”.
“Ponerle adjetivos a la arquitectura es muy perverso porque acabas igualando todo. El arquitecto tiene que tener una visión más abierta de la ciudad. Reinventarse y repensar tu papel”, comentó Alberto Veiga.
Con él coincidieron el resto de integrantes de la mesa redonda: “Utilizar bien la envolvente, la piel del edificio es fundamental. El ser humano es el único ser de la creación que es consciente de que tiene que tratar su piel, y este concepto lo amplía a su piel más inmediata que es la de su cobijo. Por eso durante siglos la gente ha ventilado, ha abrigado, ha sabido orientar las estancias. Con los años hemos ido haciendo arquitecturas cada vez más automáticas pero no hemos aprendido a y utilizarlas”, apuntó Xavier Ferrés.
Rehabilitación energética como Oportunidad de Negocio
Otro foco de debate fue la rehabilitación energética como oportunidad de negocio. Según Coque Claret “La rehabilitación tiene sentido porque en la construcción de edificios se invierte mucha energía. Los edificios son patrimonio energético por eso no hay que derribar casi nunca ya que llevan mucha energía incorporada (energía que gastamos en los materiales, extraerlos, montar la obra, en transportarlos, transformarlos, aplicarlos). Alargar la vida útil de los edificios es la gran oportunidad”.
Alberto Veiga opinó que “actualmente nos resulta más fácil comprar algo nuevo que reutilizarlo o repararlo. El ciudadano tiene una responsabilidad propia aparte de la pedagogía del arquitecto. Debemos poner los medios para rehabilitar de forma eficiente pero los usuarios también contribuyen consumiendo energía de forma responsable”.
También Xavier Ferrés se muestra contundente “Etiquetar por sí mismo no es la solución sino la racionalización en el uso de los sistemas también cuando se rehabilitan edificios”. “Efectivamente, el arquitecto tiene que hacer una reflexión antes de decidir por qué innovaciones tecnológicas apostar”, fueron las palabras de Francesc Pla.