Ocho grandes multinacionales energéticas europeas (Gas Natural Fenosa, Enel, Eni, Eon, Gas Terra, GDF Suez, Iberdrola y RWE) han llamado la atención de los líderes de la Unión Europea ante la necesidad urgente de abordar la peligrosa situación a la que se enfrenta el sector energético europeo.
Reunidas en Bruselas, antes de la sesión del Consejo Europeo del 22 de mayo de 2013 que tratará sobre energía y fraude fiscal, estas ocho empresas energéticas suscribieron una declaración conjunta destinada a subrayar la gravedad de los desafíos que el sector enfrenta en la actualidad y a proponer medidas políticas adecuadas. La actual falta de visibilidad en las políticas energéticas y la incertidumbre regulatoria conducirá inevitablemente a una merma de las inversiones energéticas con efectos negativos en la seguridad del suministro, el empleo y la reactivación de la economía europea. Mantener la situación actual no es una opción.
Las empresas firmantes mantienen su compromiso con el proyecto europeo que aboga por una política energética basada en los principios de competitividad, seguridad en el suministro, el desarrollo sostenible y la necesidad de liberalizar los mercados energéticos. Las firmantes consideran que cada uno de estos elementos son condiciones previas a la creación de un escenario energético competitivo para los clientes industriales y para los ciudadanos. No obstante, la realidad que han experimentado cada una de las respectivas empresas energéticas durante los últimos años se caracteriza por el hecho de que la Unión Europea y algunas políticas energéticas nacionales no han generado todos los beneficios esperados. Concretamente, las compañías energéticas europeas están siendo objeto de una tormenta perfecta que está poniendo en peligro la seguridad del suministro, la transformación hacia una economía baja en emisiones de carbono y también se está debilitando su capacidad para atraer capital.
Pese a todo, no es demasiado tarde para revitalizar el enfoque de la UE, de manera que asegure la competitividad de los precios de la energía y garantice el suministro de energía a los ciudadanos europeos. De forma simultánea, esta acción serviría para restaurar la confianza de las empresas energéticas en el atractivo mercado energético europeo. Es absolutamente crucial que el renovado enfoque de la UE continúe apoyando la lucha contra el cambio climático y que incorpore los siguientes nuevos elementos:
- Un diseño mejorado del mercado que incorpore un enfoque europeo coordinado de los mecanismos de capacidad en el que todos los activos que contribuyan a la seguridad del suministro a los clientes europeos reciban una remuneración justa.
- Un mercado europeo del carbono capaz de incorporar tecnologías respetuosas con el medio ambiente y de proporcionar una perspectiva fiable mediante el establecimiento de objetivos ambiciosos y realistas de emisiones de gases de efecto invernadero para después de 2020.
- Un enfoque más sostenible de la promoción de las energías renovables con el fin de reducir los costes para los ciudadanos y de favorecer una mayor convergencia entre los Estados miembros.
- El fortalecimiento del marco de políticas destinadas a incentivar la inversión en tecnologías prometedoras como, por ejemplo, el almacenamiento de energía, las nuevas energías renovables, la captura y el almacenamiento de carbono, el uso de redes y contadores inteligentes y el shale gas.
Las ocho empresas energéticas esperan con mucho interés que los líderes políticos de la UE examinen la situación crítica a la que se enfrenta el sector energético. Asimismo, deben definir una nueva dirección política basada en los elementos incluidos en la declaración conjunta, centrados en la contribución de las inversiones en el sector energético, no sólo a la hora de proporcionar un producto seguro y eficaz, sino también a la hora de crear empleo y de reactivar la economía de manera eficiente.