Rivas Vaciamadrid es una ciudad comprometida con el desarrollo sostenible. Su Ayuntamiento lleva años apostando por la utilización intensiva de nuevas herramientas tecnológicas como vía para mejorar y modernizar los servicios locales, lo cual le ha llevado a ser un referente mundial de Smart Cities.
Una de las estrategias de ahorro energético por las que apuesta este municipio, es el alumbrado público. Para ello, Rivas ha confiado en los sistemas de control de alumbrado de Philips que optimizan el funcionamiento de la última tecnología LED, permitiéndoles ser un claro ejemplo de cómo ser más eficientes sin renunciar a la calidad del servicio a la ciudadanía. En 2010 se instaló el sistema StarSense Powerline, que utiliza el protocolo LonWorks permitiendo combinar de manera eficaz un sistema de telecontrol del alumbrado, detección de movimiento y alerta de robo por cable. Dada su grata experiencia con esta solución y su amplio conocimiento en redes inalámbricas, el municipio decidió probar el nuevo sistema StarSense Wireless, convirtiéndose en pioneros a nivel nacional en la utilización de StarSense por radiofrecuencia.
Ambas versiones de StarSense permiten encender y apagar los puntos de luz individualmente en cualquier momento, e incluso ajustarse al nivel deseado por ejemplo en función del volumen de tráfico. Adicionalmente, es posible controlar las horas de funcionamiento y el estado de cada lámpara, e informar de los fallos indicando la posición exacta. La opción Wireless, además, permite la comunicación inalámbrica bidireccional entre luminarias, pudiendo crear redes de hasta 2.500 nodos con un único Controlador de Segmento.
Estas ventajas combinadas con la utilización de luminarias LED, hace que se creen múltiples posibilidades a la hora de ahorrar energía, optimizar la iluminación y emitir menos CO2, pero siempre manteniéndose en los niveles de confort lumínico que exigen los ciudadanos y las normativas. Para la instalación de StarSense Wireless de Rivas, se escogieron luminarias LED (modelos Luma y MiniIridium) con una vida de más de 50.000 horas frente a las 16.000 horas de una instalación convencional, por lo que además de maximizar los ahorros energéticos se consigue un ahorro de mantenimiento muy elevado.