Las actuaciones promovidas por el Gobierno extremeño en materia de eficiencia energética en edificios han despertado un notable interés en Europa. Representantes del proyecto europeo Re-Green, formado por gobiernos regionales, locales, universidades, asociaciones y organismos de investigación de 10 países, visitaron a finales de febrero Extremadura para comprobar las medidas que se están llevando a cabo.
Esta delegación se ha reunido en la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía para conocer de primera mano las políticas que el Ejecutivo autonómico está realizado en este ámbito. En el encuentro, el director general de Medio Ambiente, Enrique Julián Fuentes, ha destacado que “es necesario intercambiar y conocer las experiencias de los distintos socios del proyecto para avanzar e introducir nuevos conceptos de construcción verde en Extremadura que puedan repercutir en el ahorro energético”.
Los representantes del proyecto Re-Green han visitado edificios del polígono industrial Las Capellanías, en Cáceres, que utilizan caldera de biomasa y bomba de calor geotérmica para la climatización y fuentes de energía solar. Además, disponen de un dispositivo de control y monitorización que permite el encendido y apagado del sistema de climatización y obtener datos sobre humedad, temperatura, niveles de luz, etcétera.
Posteriormente, se desplazaron al edificio Embarcadero de la capital cacereña.
La visita ha continuado conociendo las instalaciones del Servicio Extremeño de Salud en Mérida, que está calificado con calidad energética A (el más alto nivel de eficiencia). Este edificio dispone de dos calderas de biomasa alimentadas por huesos de aceitunas, fuentes de energías renovables y un sistema de iluminación con control progresivo para adaptarse a las condiciones de luz natural.
También han conocido los sistemas implantados en los nuevos edificios públicos del III Milenio, en la capital extremeña.
El proyecto Re-Green también tiene intención de apoyar las edificaciones privadas que se renueven y se adapten a este nuevo concepto basado en la economía verde, considerada como nuevo motor de crecimiento y que contribuye al desarrollo económico sostenible, la creación de puestos de trabajo, la equidad social y la reducción de la pobreza.
El consorcio de este proyecto está formado por las instituciones antes mencionadas de España, Portugal, Alemania, Polonia, Estonia, Suecia, Reino Unido, Eslovenia, Rumanía e Irlanda. Entre otros objetivos destacan fomentar el papel del sector de la construcción en el marco de la economía verde; identificar y analizar los beneficios económicos y sociales de los edificios verdes y convencer a las administraciones públicas para que actúen como ejemplo, introduciendo medidas de eficiencia energética en los edificios públicos.