IPUR va a colaborar activamente con el Año de la Rehabilitación Energética 2013 que organiza el Colegio de Aparejadores de Barcelona a lo largo de todo el presente año. Esta iniciativa incluirá la organización de jornadas, publicaciones, asesoramiento técnico, encuentros formativos y otro tipo de actividades con el fin de fomentar la necesidad de rehabilitar el parque de viviendas existente con criterios de eficiencia energética.
La Asociación coincide plenamente con la entidad colegial en la necesidad de acometer proyectos que impulsen la rehabilitación energética como la única vía para la reactivación del sector de la construcción y la creación de nuevos puestos de trabajo.
IPUR comparte, de igual forma, los objetivos que se ha marcado el Colegio de Aparejadores de Barcelona para difundir entre su colectivo (aparejadores, arquitectos técnicos e ingenieros de la edificación) los beneficios económicos y medio ambientales de impulsar esta actividad.
Los aparejadores, junto a arquitectos e ingenieros, van a ser los profesionales encargados de otorgar los Certificados de Eficiencia Energética para todas aquellas viviendas que salgan al mercado en venta o alquiler. Este certificado será obligatorio a partir del próximo mes de julio y los profesionales esperan que suponga una reactivación del sector de la edificación.
Según el presidente de IPUR, Sergio Balcells, “los aparejadores van a jugar un papel clave en la puesta en marcha de todo este procedimiento para evaluar energéticamente los edificios y para orientar a sus propietarios en las mejoras más eficientes y adecuadas en cada caso. IPUR, como asociación comprometida con la rehabilitación energética, quiere estar a su lado colaborando en la medida de nuestras posibilidades”.
Como colaborador oficial, IPUR tendrá, además, una presencia destacada en las actividades programadas por el Colegio y que se desarrollarán en tres ejes básicos: el conocimiento e investigación, la diagnosis y la intervención.
IPUR es una firme defensora de la necesidad de actuar en el parque de edificios existente para poder cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea y contribuir a la transformación del sector hacia la sostenibilidad. “para nosotros es trascendental que los profesionales se conciencien de la necesidad de actuar en el parque de edificios existentes, el mayor responsable del derroche energético y el lugar en el que se pueden conseguir verdaderos ahorros energéticos y económicos”, ha recordado Balcells.
No en vano, la asociación recuerda que de los edificios construidos antes del año 1979, cerca del 60%, no disponen de ningún tipo de aislamiento, los construidos desde esa fecha hasta 2007, cuentan con un aislamiento débil y los construidos según los parámetros del Código Técnico de la Edificación (CTE) se encuentran lejos de los objetivos europeos actuales.
A lo largo de los próximos meses, y en el marco de esta colaboración con el Colegio de Barcelona, IPUR incidirá en que el aislamiento es, de todas las actuaciones para el ahorro energético, la solución más eficaz ya que permite con un mínimo de inversión rentabilizar el ahorro a lo largo de toda la vida del edificio.
De entre todos los materiales aislantes, el poliuretano posee la conductividad térmica más baja, además de notables prestaciones y propiedades aislantes, lo que le configuran como un material idóneo para el aislamiento de viviendas. Además, este material cumple con todos los niveles de aislamiento e impermeabilidad exigidos por el Código Técnico de la Edificación y lo hace con el mínimo espesor.