La demanda convencional —formada por el sector industrial, y el doméstico comercial— y la seguridad de suministro basada en la diversificación de orígenes, que ha propiciado la recepción de gas natural de 11 países distintos, continúan siendo dos de los puntos fuertes de la industria del gas en nuestro país durante 2012.
Por un lado, cabe destacar el crecimiento del 5,7% de la demanda convencional, propiciando la consecución de un récord histórico. El motor de este avance ha sido la industria, que con un 60% del total del consumo continúa siendo el principal consumidor de gas en España. Estos resultados vienen impulsados por la puesta en marcha de cogeneraciones en nuevas instalaciones.
A la industria le han seguido el sector de generación eléctrica (con el 23% del consumo total) y el doméstico-comercial (16%). Este último, también ha evolucionado positivamente a raíz de dos hechos. El primero son unas temperaturas más bajas durante el periodo invernal y el segundo, el esfuerzo en la captación de nuevos clientes.
El menor consumo de gas, propiciado por el descenso de la producción eléctrica en las centrales de ciclo combinado, ha supuesto el cierre del año con un descenso del consumo del 2,8% en relación con 2011. Las principales causas son el incremento de la participación de las energías renovables —entre las que destacan las instalaciones solares y eólicas— y el menor precio del carbón de importación. La demanda total de gas natural en 2012 ha sido de 362.687 GWh (31,2 bcm).
A la cabeza de Europa
Además de mantener el primer puesto a nivel europeo en número de terminales de descarga y regasificación —siendo el destino del 37% del GNL que se descargó en la Unión Europea—, España dispone de la mayor capacidad de almacenamiento en tanques de gas natural, con un 41% de volumen total de la UE.
Finalizado el ejercicio, España continúa destacando por la diversidad de orígenes de suministro. En 2012, ha recibido gas de 11 países diferentes entre los que destacan Argelia, con un 41% de los abastecimientos totales, Nigeria (15%), Países del Golfo (11%), Francia (9%), Perú (8%), Trinidad y Tobago (7%) y Noruega (5%), principalmente.
En el caso concreto de Argelia, cabe comentar que una cuarta parte del gas se ha recibido en forma de gas natural licuado (GNL) y el resto, a través de los dos gasoductos que unen la Península con el norte de África (Medgaz y gasoducto del Magreb).
De estos datos, también destaca el incremento del flujo entre España y Francia, en dirección norte-sur. Este elemento es sinónimo de una mayor fluidez de los intercambios comerciales entre ambos países y del potencial que pueden llegar a tener las interconexiones en las que actualmente se está trabajando (Larrau e Irún) y que en 2015 supondrán una capacidad que supondrá 7,15 bcm (la demanda total de gas en 2012 ha llegado a los 31,2 bcm).
Actualmente, España cuenta con 6 conexiones internacionales (2 con el norte de África, 2 con Francia y 2 con Portugal) y 6 centrales de regasificación (7 en toda la península), en las que han descargado un total de 290 buques metaneros en 2012. En esta línea, el 60% de los aprovisionamientos de gas han llegado a nuestro país en forma de GNL, mientras que el 40% restante lo ha hecho vía gasoducto.
1.148 millones de euros en inversiones
En 2012, la industria gasista ha continuado expandiendo sus infraestructuras. Por un lado, las inversiones materiales del sector han continuado a un buen ritmo, hasta alcanzar los 1.148 millones de euros en 2012 y los más de 14.000 millones desde el año 2.000.
Dichas inversiones, han permitido superar la cifra de 80.000 kilómetros de redes de transporte y distribución de gas; también llegar a 1.579 municipios con servicio de gas —cubriendo más del 75% de la población española— y alcanzar los 7,4 millones de puntos de consumo, cifra que se traduce en más de 20 millones de ciudadanos que usan el gas natural de forma regular.
Generación a gas
El buen funcionamiento del mercado convencional no se ha visto acompañado por la producción eléctrica con gas. Aunque el gas natural sigue siendo clave en la cobertura de las puntas de demanda eléctrica en España y como soporte de las tecnologías de generación no gestionables, en conjunto, el consumo de gas para la generación en ciclos combinados en 2012 ha descendido en un 23%. Esta cifra contrasta con la aportación del 14% de esta tecnología para cubrir las necesidades energéticas del país.
Además, esta última cifra aumenta significativamente si se considera la producción de electricidad mediante cogeneración: la electricidad vertida a la red por los cogeneradores ha aumentado un 7,6% en el periodo enero-octubre, según datos de la CNE.
El menor consumo de gas para generación eléctrica, ha ocasionado una menor intervención en el mercado de los ciclos combinados, cuyo factor de utilización a los largo del ejercicio se ha situado en un 19% de media.
Los ciclos combinados son reconocidos, a nivel europeo, como una de las tecnologías más eficientes y seguras para la generación de electricidad. Se trata de la mejor opción para actuar de respaldo de las energías renovables por su flexibilidad operativa (velocidad de respuesta en arranques y paradas), eficiencia, coste de inversión y menor emisión de CO2 entre las energías tradicionales. Pero esta tecnología, a día de hoy, está infra retribuida y, en las condiciones económicas actuales, será improbable que se hagan nuevas plantas cuando sean necesarias para el sistema.
Por otro lado, la cogeneración industrial —que en casi su totalidad está funcionando con gas natural— es un elemento de competitividad para la industria, por permitir su autoabastecimiento energético y revertir en unos mejores precios de la energía. La cogeneración representa ya más del 43% de la demanda de gas natural del mercado industrial.