Presentación del carné de Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras.

El primer carné para evitar estafas en el sector de las instalaciones ha entrado en vigor. Se llama Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras y garantiza la facilidad de identificación de la empresa, la calidad del servicio y la seguridad en su contratación. Se trata de un mecanismo de autorregulación que estará auditado anualmente por AENOR. El distintivo de calidad tiene el beneplácito de administraciones, federaciones empresariales, colegios oficiales y asociaciones de consumidores. FENIE es la Federación Nacional de Empresarios impulsora del proyecto y EPYME la Asociación piloto que lo pone en marcha en Sevilla.

La Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras permitirá a los consumidores localizar una empresa electricista de baja tensión habilitada y certificada para el ejercicio de su actividad. Será un carné, como el de la imagen, el que acreditará esa capacidad. La entidad se habrá sometido previamente a exámenes y controles de forma voluntaria. De esta manera, el usuario podrá siempre encontrar una empresa que cumple con todas las garantías para el ejercicio como empresa instaladora electricista.

Auditado por AENOR

Este mecanismo de autorregulación garantiza la facilidad de identificación de las empresas adscritas, la calidad del servicio y la seguridad de contratación. Se trata de un sistema cuyo proceso estará supervisado y vigilado por una entidad del prestigio de AENOR, Asociación Española de Normalización y Certificación.

Para los impulsores del proyecto, este sistema frenará el intrusismo en el sector y evitará buena parte de las estafas.

El secretario general de FENIE, José Antonio González, asegura que con esta herramienta “también ayudamos a la Administración en su labor de supervisión de las instalaciones. Además, con la auditoría de AENOR, adoptamos el compromiso de verificar todos los años que la documentación que presentan las empresas instaladoras está vigente. También mantenemos –añadió- un servicio de vigilancia permanente para que todas las empresas mantengan este compromiso de calidad todos los años".

Distintivo de calidad

El proyecto nace por la necesidad de crear una imagen de marca sólida para las empresas instaladoras, distintivo de calidad y buen servicio y facilitar su identificación y contratación por todos los agentes que componen el mercado con la garantía del cumplimiento por parte de las empresas certificadas de todos los requerimientos para el ejercicio de la actividad.

Viene además avalado por el Ministerio de Industria Turismo y Comercio y las direcciones generales de industria de las distintas Comunidades Autónomas. Epyme ha sido elegida como asociación piloto para llevar a cabo esta iniciativa pionera en España.

Apoyo expreso de los consumidores

La Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras cuenta con el apoyo de la Unión de Consumidores de Andalucía UCA/UCE. Su presidente, Juan Moreno, cree que "el consumidor ahora va a saber que está llamando a un instalador convenientemente autorizado que le va a hacer un servicio de calidad y sobre todo con garantías y que si tiene algún problema –agrega- va a tener mecanismos de solución de esa controversia en materia de consumo".

Visto bueno de colegios profesionales

El proyecto cuenta con el visto bueno de diferentes colegios profesionales. Para el decano del Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla, Francisco Reyna, esta certificación “ofrece a los consumidores finales una garantía adicional de que un trabajo profesional está además certificado por una empresa nacional como es AENOR. A estas empresas instaladoras que se acogen al certificado –añade- le ofrece la posibilidad de diferenciarse respecto a sus empresas competidoras”.

A juicio de Alicia Creagh, Tesorera del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Sevilla, el nuevo distintivo “permite establecer una homologación en las competencias de las empresas y facilita la labor de las administraciones públicas y de los administradores de fincas para garantizar la prestación de un servicio de calidad a sus clientes, propietarios y comunidad”.

La Cámara de Comercio defiende la Certificación

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla, Francisco Herrero, estima que la Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras “es un paso importante para las empresas instaladoras para que puedan exhibirlo como distintivo de que están actuando en la legalidad”. Además permite –agrega- que “el intrusismo compita con estas empresas que cumplen con todos los requisitos legales”.

Búsqueda de instaladores habilitados

Cualquier consumidor, promotor, administrador de fincas, etc, que desee localizar a una empresa certificada sólo deberá acceder a la página web de FENIE y realizar una búsqueda por cualquier de los siguientes campos: Categoría, Provincia, Código Postal o CIF.

¿Cómo solicitar este servicio?

La empresa interesada en adherirse a este sistema sólo deberá ponerse en contacto con los promotores de la Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras (FENIE en el ámbito nacional y/o las Asociaciones de cada provincia), donde le informarán sobre los requisitos y la documentación necesaria para obtener el distintivo que les habilita como empresa instaladora certificada.

La certificación no es indefinida

El objetivo de la certificación es garantizar durante todo el ciclo de vida de la empresa el adecuado cumplimiento de los requisitos para el ejercicio de su actividad. Esto significa que, cada año, se le solicitará que vuelva a probar que reúne las exigencias.

La empresa instaladora sólo deberá presentar documentación de aquellos medios humanos y técnicos que hayan variado con respecto a la anterior declaración, así como presentar justificación de la renovación del seguro de responsabilidad civil.

Todo el proceso será supervisado por AENOR.

Derechos de la empresa

Toda empresa adherida a esta certificación, está habilitada para mostrar el documento acreditativo a la entrada de su local u oficina. Igualmente podrá disponer de tarjetas identificativas acerca de su pertenencia al sistema, así como el derecho al empleo del logo del mismo (cumpliendo las normativas de uso) en toda la papelería (facturas, albaranes, etc), o en otros soportes tales como furgonetas o publicidad propia.

Documentación necesaria

Para que una empresa instaladora pueda obtener la Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras debe estar constituida legalmente, disponer de escritura de constitución, estar habilitada como entidad instaladora y contar con los medios humanos y técnicos mínimos necesarios para la realización de sus actividades. No está permitido estar en posesión de herramientas y equipos en régimen de alquiler.

Además debe contar con personal titulado, haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del servicio por una cuantía mínima de 600.000 € para la categoría básica y de 900.000 € para la categoría especialista.

Al mismo tiempo, la empresa aspirante debe acreditar que realiza una correcta gestión de sus residuos y lámparas y/o luminarias. Objetivos

La Certificación voluntaria de Empresas Instaladoras persigue establecer un control permanente y periódico de las condiciones para el ejercicio de la profesión; una imagen y un nivel de calidad; permitir el reconocimiento en el mercado de la diferenciación y la especialización. Al mismo tiempo busca el reconocimiento de una marca a nivel nacional, contribuyendo así a la unidad de mercado.

El sistema también unifica los criterios de evaluación para el acceso a la profesión y al autocontrol con miras a una futura autorregulación.

Nuevo Escenario

Con el nuevo horizonte trazado por la entrada en vigor de la “Ley Omnibus” y la “Ley Paraguas”, las empresas instaladoras se han quedado sin un elemento diferenciador o identificativo, frente al creciente intrusismo que prolifera en escenarios de crisis. Ante este panorama nace el Sistema Voluntario de Certificación como respuesta de FENIE y Epyme ante la realidad del entorno económico, como reacción a las amenazas y acción para aprovechar las oportunidades.

Más de 315.000 empleos

Según el Instituto Nacional de Estadística, 315.743 empleos tuvo el sector de la instalación durante 2012 en el ámbito nacional. 38.000 ocupados en el mismo área registró Andalucía durante el mismo año.

 
 
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