El nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ha tomado posesión de su cargo este pasado día 9 de enero con el claro objetivo de conseguir un mercado eléctrico “más eficiente y competitivo”, en el que se trasladen “lo menos que sea posible los costes del sistemas y empresas”.
Durante el discurso en la toma de posesión de Alberto Nadal ha señalado que una de las prioridades de su departamento es "guardar un adecuado equilibrio entre la remuneración de los distintos segmentos que forman el sistema energético", al tiempo que se responde a las necesidades de los consumidores, "sobre todo los industriales".
Otro de los objetivos que se ha marcado el nuevo equipo de la Secretaría de Estado es que también dedicará su esfuerzo a resolver “los problemas que tiene el sector”, aunque también indicó que durante el presente año ya se había hecho mucho, encauzándose el déficit de tarifa.
El nuevo secretario de Estado quiso también poner de relieve que el sector energético es fundamental dentro de la economía española por su incidencia sobre los hogares, las empresas y las industrias de nuestro país. Un mercado eléctrico "transparente, eficiente y que funcione lo mejor posible es una de las claves de competitividad para cualquier economía", añadió.
Alberto Nadal apuntó que cree que es necesaria la adopción de “avances regulatorios” para "abrir el mercado a transparencia y competitividad", y se mostró partidario del desarrollo de las interconexiones eléctricas internacionales con España.
Durante la toma de posesión de Alberto Nadal, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, presente en el acto, subrayó que “España va a seguir apostando por las tecnologías limpias, pero al mismo tiempo tiene una apuesta decidida por que el sistema eléctrico sea sostenible desde el punto de vista económico y financiero".
Por último, el ministro indicó que “difícilmente puede ser sostenible si tenemos una tasa anual de generación de déficit de tarifa por encima de 6.000 millones de euros" expresando el apoyo del Gobierno a la nuclear y a las exportaciones de carbón que a partir de 2019 obtendrán rentabilidad.