E.ON Energy Projects y WINGAS han decidido invertir de forma conjunta en un proyecto de construcción de una planta de cogeneración de alta eficiencia (CHP) en la terminal del gasoducto Nord Stream del Mar Báltico en Lubmin, cerca de Greifswald.
Las dos empresas han puesto en marcha una sociedad para lanzar el proyecto, la In-dustriekraftwerk Greifswald GMBH, con el objetivo de construir y operar la planta. Se espera que la construcción esté finalizada y comience a generar energía y calor a principios de 2013.
La planta de cogeneración tendrá una capacidad de suministro de calor útil de cerca de 47 MW y una capacidad instalada de generación de electricidad de 37 MW. Una tur-bina de gas producirá electricidad con la ayuda de un generador. El sobrante de calor de la turbina de gas se utilizará para precalentar el gas a través de un intercambiador de calor. En periodos punta se podrán generar hasta 200.000 megavatios-hora de electricidad al año, lo suficiente para proporcionar energía a 50.000 hogares.
Este calor es imprescindible para el gasoducto de Libmin porque el gas que llega a través del gasoducto del Mar Báltico debe ser calentado antes de proseguir su largo viaje a través del mar y, más tarde, por tierra. El alto grado de eficiencia de la planta, que cuenta con un ratio de un 85 por ciento, es el resultado de la combinación de la generación de electricidad y calor, lo que supone un ahorro en emisiones de CO2 de más de 40.000 toneladas al año. La electricidad generada se vierte en la red de distribución y el calor sobrante se usa en la propia terminal.
“Ninguna otra tecnología es capaz de conseguir estos niveles de eficiencia de forma tan rápida. Esta planta de cogeneración es un ejemplo de la gran contribución que el gas natural y las tecnologías asociadas pueden hacer al éxito en el cambio del futuro modelo energético” ha comentado Gerhard König, presidente de WINGAS. “Las plan-tas de cogeneración, en combinación con las energías renovables, permiten disponer de un suministro energético bajo en carbono”, matizó König. Los índices de generación en estas plantas son estables y cuentan con altos niveles de eficiencia, un aspecto olvidado con demasiada frecuencia en el cambio energético. “No se puede encontrar un mejor socio para las energías renovables que este tipo de plantas”, ha dicho König.
“La energía distribuída es parte imprescindible del cambio del sistema energético en Alemania. Con esta planta no solo contribuimos a la eficiencia y a la descentralización de la generación eléctrica, sino que también aseguramos que el transporte de gas natural sea más sencillo y respetuoso con el medio ambiente” ha comentado Ingo Luge, CEO de E.ON Alemania. “En el futuro, seguiremos trabajando en la ampliación de la capacidad de generación de electricidad y calor con la ayuda de esta eficiente tecnología”.