Desde la Comisión de Energía del Colegio y la Asociación de Ingenieros Industriales (COAIN) se considera que el Gobierno debería de aprovechar la reforma energética en curso para promulgar una normativa que permita el autoconsumo de electricidad de acuerdo con el mecanismo conocido como balance neto. El balance neto, siempre aplicado a la generación distribuida, permitirá un uso mucho más eficiente de la energía del que se hace en la actualidad de un modo centralizado.
El beneficio de la medida es múltiple: los consumidores pueden ahorrar directamente en su factura energética; la mayor eficiencia de la generación distribuida evitaría pérdidas en la red bajo ciertas condiciones; se crea empleo y actividad económica; y, si la generación es renovable, se añaden las virtudes de este tipo de fuentes de energía: menores importaciones energéticas, menores emisiones contaminantes, fijación de población rural, etc.
Algunas tecnologías renovables, como la solar fotovoltaica, han alcanzado unos niveles de costes que les permiten ser directamente rentables, sin ayudas o subvenciones de tipo alguno, en instalaciones conectadas junto al punto de consumo en régimen de autoconsumo. El balance neto es un paso adicional, que permite solventar los desacoples entre la generación y el consumo instantáneos al utilizar la red eléctrica como colchón en el que verter los eventuales excedentes para recuperarlos más adelante; por ejemplo, en el caso fotovoltaico, los excedentes producidos al mediodía podrían consumirse por la noche.
El autoconsumo de electricidad con balance neto, particularmente si se aplica a la energía producida con fuentes renovables, es una medida de ahorro y eficiencia energética, al margen del mercado de generación, que no sólo permitirá a los consumidores reducir su factura energética, sino que aumentará el desarrollo de las tecnologías limpias en España. Los Organismos Reguladores deberán poner especial atención al objeto de que no se produzcan asimetrías que puedan perjudicar a algún segmento de consumo, habida cuenta de que los actores que participen en el suministro de balance neto contribuirían a sufragar los costes fijos del sistema y ahorrarían, por tanto, los costes variables.
El autoconsumo con balance neto sería beneficioso para la cogeneración y varias tecnologías renovables, especialmente para la fotovoltaica, muy versátil y adecuada para integrarse de un modo distribuido en la edificación y los entornos urbanos. En el caso concreto de la fotovoltaica, además, el autoconsumo con balance neto puede ser un salvavidas para la industria nacional del sector, sumida en una profunda crisis como consecuencia de la moratoria indefinida sobre el sistema de primas que estableció el Real Decreto-Ley 1/2012, de la limitación de horas con derecho a percibir la prima equivalente fijada por el Real Decreto-Ley 14/2010, y de la nueva tasa a la generación del 6% que está previsto empezará a aplicarse el próximo enero.