Los consumidores europeos podrían ahorrar hasta 13.000 millones de euros al año si adoptaran la tarifa energética más barata disponible. «Cuando se habla de gas y electricidad, a los ciudadanos y las empresas les interesan dos cosas: la seguridad del abastecimiento en cualquier momento y unos precios asequibles. Lo conseguiremos mejor con un mercado europeo de la energía que funcione». Lo ha dicho el Comisario de Energía, Günther Oettinger, al evaluar la situación del mercado interior de la energía, que debe completarse en 2014. La Comisión Europea pide a los Estados que redoblen sus esfuerzos para mejorar la protección del consumidor, para aplicar la normativa europea existente y para invertir en la modernización de las infraestructuras energéticas.
Hace ya casi dos años que los jefes de Estado y de gobierno de la UE acordaron completar el mercado europeo de la energía con la aplicación efectiva de las directivas ya existentes, que regulan el mercado y protegen al usuario. Se preveía la separación de la propiedad de las redes eléctrica y de gas, las competencias de las autoridades nacionales en la reglamentación y una serie de medidas de apoyo al consumidor:
- Obligación de los Estados miembros de proteger a los consumidores vulnerables
- Facilitar una facturación transparente e información contractual
- Establecer una ventanilla única
- Crear un mecanismo alternativo de solución de conflictos
Pasados veinte meses del acuerdo, la Comisión Europea observa que se han hecho progresos, pero queda todavía mucho por hacer para aprovechar plenamente el potencial de un mercado europeo verdaderamente integrado. Por eso, ha fijado su atención en varias recomendaciones a los Estados miembros para que aceleren la aplicación de la nueva normativa.
Legislación y competencia
Algunos Estados miembros todavía no han incorporado por completo la legislación energética a sus ordenamientos jurídicos, ni aplican las normas de competencia rigurosamente para garantizar la igualdad de condiciones a todos los agentes del mercado
Garantizar los derechos del consumidor
Solo un tercio de los consumidores europeos compara las ofertas de servicios, por falta de información. La Comisión velará por que los derechos de los consumidores consagrados en el Derecho de la UE sean visibles en la legislación nacional y por que sean respetados correctamente por todos los agentes del mercado. Hay aspectos concretos que mejorar para garantizar los derechos y facilitar la información:
- Derecho a cambiar de proveedor en tres semanas sin costes financieros
- Despliegue de contadores inteligentes para gestionar el consumo en tiempo real y controlar las facturas
- Presentación clara de precios, tarifas y ofertas
- Especial atención a los consumidores vulnerables
Los precios regulados no garantizan la mejor oferta
Solo nueve Estados miembros (Alemania, Austria, Chequia, Eslovenia, Finlandia, Luxemburgo, los Países Bajos, el Reino Unido y Suecia) no regulan actualmente los precios de la energía al por menor. La Comisión Europea constata que los precios fijados por la intervención del Estado pueden dar una falsa impresión de seguridad que desanima a la hora de buscar mejores opciones. Además, los precios al consumo final regulados obstaculizan las inversiones, lo que impide a las empresas acceder al mercado e invertir en nuevas capacidades de generación. Los precios regulados por debajo de los costes se traducen al final en deudas que tienen que pagar los contribuyentes. Garantizar un modelo de mercado flexible
Las subvenciones a los productores de electricidad que planean algunos Estados puede tener como resultado la fragmentación del mercado interior e impedir las inversiones. La Comisión Europea recomienda que antes de que los Estados intervengan en el mercado escala nacional, se deben estudiar soluciones transfronterizas. Las soluciones europeas son normalmente más rentables.
¿Quién se beneficia del mercado interior de la energía?
- Los consumidores, con facturas claras e información suficiente para apostar por la tarifa más barata si hay suficiente competencia entre los suministradores y regulación de los litigios con las empresas.
- La industria, con un mercado de 500 millones de consumidores, abierto, competitivo, bien conectado y regulado, capaz de atraer más inversiones.
- El suministro, asegurado. Un mercado único europeo del gas refuerza la posición negociadora ante suministradores externos y unas mejores conexiones entre los Estados de la UE permitirán coordinar, prevenir y enfrentar mejor una posible crisis de abastecimiento.