El Consejo de la Unión Europea (UE) aprobó el pasado día 4 de octubre las nuevas normas de ahorro energético que tienen como objetivo disminuir el consumo de energía de los países miembros. La propuesta aprobada establece las primeras normas sobre eficiencia energética a nivel europeo.
Esta nueva propuesta pone punto final a unas complejas negociaciones en las que la idea original de la Comisión Europea ha sido rebajada, ante las reticencias de los países miembros a asumir más compromisos en materia medioambiental.
Desde ahora la administración central tendrá que renovar un 3 % de sus edificios de más de 500 metros cuadrados (250 a partir de julio de 2015) cada año para hacerlos más eficientes, lo que deja fuera a los gobiernos regionales y locales.
Además, otro de los puntos acordados será que las compañías energéticas tendrán que presentar planes de ahorro de cara a 2020, que no podrá ser inferior al 1,5 % de las ventas anuales de energía a clientes finales entre 2014 y 2020, y las grandes empresas tendrán que someterse cada cuatro años a una auditoría energética. Los países miembros tienen año y medio para cumplir con estas medidas teniendo cierta flexibilidad para cumplir con estas medidas, ya que podrán adoptar otras alternativas siempre que logren un ahorro energético equivalente.