Valladolid y Palencia, a través del Proyecto Piloto de implantación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, han superado las 250 conexiones en sus ya 44 estaciones de recarga, distribuidas en diferentes lugares estratégicos de sendas capitales.
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 276.000 €, se puso en marcha gracias al acuerdo suscrito en 2010 entre la Consejería de Economía y Empleo del Gobierno regional, ambos consistorios castellanoleoneses e Iberdrola y se enmarca dentro de la decidida apuesta de estas organizaciones por dicha tecnología como una necesidad para la protección y el cuidado del medio ambiente, el fomento de las energías limpias y el desarrollo sostenible. Surge, además, auspiciada por la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España E4 + del Gobierno central y la Estrategia Regional del Vehículo Eléctrico en Castilla y León.
El objetivo final es detectar los hábitos de los futuros consumidores e impulsar la introducción de la movilidad eléctrica, fomentando el impulso de la industria del automóvil, decisiva en el crecimiento empresarial de la comunidad autónoma de Castilla y León. Asimismo, la ejecución de este proyecto ha permitido desarrollar soluciones dirigidas relacionadas con el control inteligente de la gestión de carga y el cobro de la energía que suministran dichos puntos.
Los puntos de recarga se han instalado en lugares públicos y céntricos de ambas capitales, 34 en la ciudad de Valladolid, distribuidos en 16 estaciones, y 10 en la de Palencia con el fin de sensibilizar a los castellanoleoneses sobre las bondades de la utilización del vehículo eléctrico.
Durante los meses de junio, julio y agosto del presente ejercicio se ha realizado un seguimiento técnico del uso y explotación de los puntos de recarga, que cuentan con equipos de diferentes fabricantes, Emerix, Ingeteam y Circutor, y con distintas tecnologías de comunicación y recarga, enchufes tipo Schucko y Mennekes, detectándose unos resultados y sacando unas primeras conclusiones muy satisfactorias.
Cada usuario y vehículo está identificado individualmente a través de un número de tarjeta RFID que le habilita e identifica en cada punto de recarga.
Las recargas de oportunidad que ofrecen dichos puntos en Valladolid y Palencia, gratuitas para el usuario, que se ha familiarizado enseguida con esta práctica, y durante un máximo de tres horas, han superado las 250, con una energía utilizada de alrededor de 500 kilovatios hora (KWh). Es decir, la energía necesaria para recorrer cerca de 5.000 kilómetros, lo que ha supuesto una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera de más de 1.000 kilogramos.
Asimismo, los hábitos de recarga por su franja horaria revelan la tendencia de su uso en horario laboral y comercial, lo que es coherente con la finalidad de esta carga, que permite aprovechar aquellos momentos en los que el vehículo está estacionado por diversos motivos -reuniones, gestiones, visitas, etc.- para después realizar la recarga completa en domicilios o empresas durante un tiempo estimado de entre seis y ocho horas, según el modelo y fabricante del vehículo.
Los espacios de recarga más utilizados por los usuarios del proyecto, sobre todo Renault Twizy, Kangoo y Nissan Leaf, han sido los más céntricos, en concreto, el de la calle doctrinos, en Valladolid, y Plazuela de la Sal, en Palencia; los de las sedes administrativas vallisoletanas en la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid y la Plaza del Milenio; y el del centro comercial Vallsur.
Destacar que se han recogido datos de recarga de vehículos eléctricos con tarjetas del plan MOVELE de Madrid gracias a la medida adoptada por la Comisión de Seguimiento -integrada por el Ente Regional de la Energía, los ayuntamientos de Valladolid y Palencia e Iberdrola, con la colaboración de la asistencia técnica de CIDAUT- de implementar soluciones tecnológicas que hicieran posible compatibilizar las tarjetas de recarga de diferentes ciudades. Y es que uno de los objetivos del proyecto piloto es divulgar el uso del vehículo eléctrico y con esta medida se dan los primeros pasos hacia la estandarización de soluciones técnicas y ampliación de su autonomía de circulación.
El apoyo de los asociados
Para la mayor efectividad del proyecto piloto, se ha considerado fundamental la participación y apoyo de otras organizaciones, empresas y entidades públicas y privadas. Los principales asociados al proyecto pertenecen al sector de la automoción (compañías fabricantes de vehículos, de componentes y suministradores, concesionarios, etc.); sector servicios (compañías de transporte, mensajería, taxis); sector comercial (grandes superficies comerciales y pequeño comercio), y administraciones públicas.
El vehículo eléctrico es una realidad que poco a poco va a ir ganando peso en la movilidad urbana y que se perfila como una herramienta clave para la mejora de la calidad de vida en las ciudades, debido a la ausencia de emisiones locales y sus reducidos niveles de ruido.
Uno de los factores que puede actuar de catalizador para promover la sustitución de los actuales vehículos de combustión a favor de los nuevos modelos eléctricos es, además de la disminución del precio de estos últimos, vencer las actuales reticencias ocasionadas por la falta de autonomía de los modelos disponibles en este momento. En esta línea se están logrando avances notables relacionados con la duración de las baterías, si bien es necesario que las áreas urbanas cuenten con una mínima red de puntos de recarga que permitan cargar la batería en caso de necesidad, dando por hecho que la principal recarga o carga completa se realizará en origen (domicilio) o destino (lugar de trabajo).