ACOGEN considera que el esquema fiscal energético del gobierno -que se añade a medidas como el RDL1/2012- hunde la cogeneración y con ella a centenares de industrias manufactureras asociadas.
La Industria es la mejor y única baza de España para crear empleo por su papel insustituible en la recuperación económica. Para la Industria, la cogeneración de alta eficiencia es la gran herramienta de mejora de costes, porque desarrollo industrial y cogeneración van de la mano.
Pues bien, la nueva fiscalidad energética del gobierno hundirá la cogeneración y, como consecuencia, mermará la competitividad de sus industrias manufactureras asociadas, con graves consecuencias para su actividad.
Para España, la salida de la crisis pasa por potenciar la Industria para que recupere el peso perdido en su contribución al PIB. Es evidente que debe abordarse una solución al déficit eléctrico pero la cogeneración no ha vivido ninguna burbuja, no crece desde 2002, y aporta superávit al sistema eléctrico y al país.
Las medidas del nuevo esquema fiscal energético suponen un impacto directo en la cogeneración de hasta 15 €/MWh al unir a la repercusión del impuesto eléctrico del 6% el del céntimo verde al gas natural, que lo encarecerá un 7%. El impuesto eléctrico deja a la cogeneración a las puertas del cierre, acumulado al céntimo verde al gas natural, le echan el cierre.
Y además, los cogeneradores tendrán que ingresar adicionalmente al Estado desde el 1 de enero de 2013 hasta 200 millones de euros/año por compra de CO2 sin que se reconozca su coste adicional al sector. A ello se añade el injustificado recorte que sufre el sector desde enero al eliminar la posibilidad de modificación sustancial, y la paralización de proyectos en curso no pre-asignados –un error regulatorio sin enmendar -, lo que conforma un paisaje funerario para la cogeneración y para su Industria.
Es la Industria la que pierde
La situación a la que van abocadas las plantas de cogeneración provoca que sus industrias asociadas -empresas grandes, pequeñas y medianas vinculadas a productos industriales de múltiples sectores manufactureros-, se vean dramáticamente afectadas. En el contexto de incertidumbre económica y de debilidad de la actividad, estas medidas del ejecutivo agravarían la ya pésima situación del tejido productivo español.
El trámite parlamentario debe reconducir las medidas de la reforma
El Congreso de los Diputados, aprobó por unanimidad en marzo pasado una Proposición No de Ley de impulso a la competitividad industrial y la cogeneración. ACOGEN confiaba en que la reducción del déficit no mermaría la competitividad de la cogeneración que da un servicio vital a la industria y que conlleva ventajas significativas (energía distribuida, eficiencia, medioambiente, etc.) que compensan muy sobradamente el coste regulado que se produciría con un pool que reconociese los costes.
En un momento tan grave como el actual, debe impulsarse con más fuerza que nunca la cogeneración, puesto que va directamente vinculada al ahorro energético y a la competitividad de las empresas. Europa sigue apostando por la cogeneración y los principales países industriales continúan incrementando su utilización, por lo que si nuestro gap de competitividad industrial sigue creciendo, las empresas españolas competirán en grave desventaja con las del resto de Europa. El gobierno debe apostar por la cogeneración y dar un firme paso a la reindustrialización, con los consiguientes beneficios que conllevaría para la economía nacional y la generación de empleo.
La reforma deberá superar los trámites parlamentarios y ACOGEN confía en la labor del Parlamento para realizar las adecuadas enmiendas al nuevo esquema de modo que no tumben la cogeneración. Mucho más cuando, en marzo pasado, el propio Parlamento encargó al ejecutivo un plan de competitividad industrial con especial atención a la cogeneración. La reforma presentada ahora por el gobierno es contraria a los objetivos de dicho encargo parlamentario.
ACOGEN, desde el convencimiento de la necesidad de una reforma energética, considera que existen alternativas para que la cogeneración siga funcionando y dando servicio a la industria nacional para que ésta actúe como pilar de la recuperación económica creciendo y ganando en competitividad y en generación de empleo y riqueza.
La cogeneración suministra energía a 900 plantas industriales, produciendo el 12% de la electricidad nacional y suponiendo el 7% de la energía final consumida en España. Utiliza el 20% del consumo total nacional de gas natural, y el 30% de la generación con biomasa es también cogeneración.