El municipio barcelonés de Rubí está apostando por la eficiencia energética con el objetivo no sólo de cumplir con los Plans d’Acció per a l’Energia Sostenible, PAES, sino también convertir la estrategia energética en motor de reactivación económica. Rubí ha pasado de un 90% de ocupación del suelo industrial en los años de bonanza a un 70%, con huidas de empresas emblemáticas. Ahora, el municipio quiere volver a ser un polo de atracción para la industria bajo el paraguas del “Rubí Brilla”, un proyecto que quiere convertir a la ciudad en un referente en eficiencia energética en entornos industriales.
“En los análisis previos a su puesta en marcha vimos que las empresas de la ciudad generaban el 50% del consumo energético, con 500 millones de kWh al año, y una emisión de 800.000 toneladas de CO2 anuales. Con una reducción del 20%, las empresas se podrían ahorrar 24 millones de euros al año”, explica el responsable del proyecto, Ángel Ruíz. Este ha sido uno de los ganchos para llamar la atención de las empresas de la ciudad, las primeras implicadas en la reconversión que debería encumbrar a Rubí como referencia en la eficiencia energética.
Las primeras acciones emprendidas han tenido carácter informativo. Se hizo una primera sesión con las 40 empresas más grandes de la ciudad, que representan al 60% de los trabajadores de las 3.000 compañías del municipio, y a continuación se dividió el proyecto en la vía industrial y la comercial. En estos encuentros participan las propias empresas, gestores de polígonos y asociaciones empresariales y se exponen casos de éxito en políticas de eficiencia energética empresarial. En paralelo, el proyecto ha generado un convenio con la UPC de Terrassa para vincular el trabajo de los ingenieros universitarios con las necesidades de la industria de la ciudad.
Ruíz asegura que estos encuentros están teniendo una gran acogida y han despertado la atención de grandes empresas internacionales que quieren exponer sus casos. “Corremos el riesgo de que sean sesiones más comerciales, pero siempre exigiremos la amortización de las acciones expuestas”, aclara. El interés por el proyecto no se ha limitado a la participación pasiva. El responsable de Rubí Brilla explica que ya han estado en contacto con empresas interesadas en venir a la ciudad, pero las limitaciones actuales de los 11 polígonos de la ciudad han congelado las negociaciones. “Hablamos con una farmacéutica interesada en venir, pero no dio el paso por la falta de fibra óptica”. Para suplir estas deficiencias, se ha envuelto el Rubí Brilla con todo un proyecto de acondicionamiento de los polígonos tanto a nivel técnico como de promoción, a través de agencias inmobiliarias y de organismos como el CiT.
Los resultados conocidos del proyecto hasta el momento se limitan a la acción del consistorio. En el 2011 se redujo el consumo energético en un 5%, con un ahorro de 100.000 euros, mientras que para este 2012 se espera llegar hasta el 10%. El ahorro previsto es de 400.000 euros, a revisarse por la subida del IVA.