La nueva reforma energética que tiene previsto aprobar hoy el Gobierno pasará por una reforma impositiva.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, avanzó esta semana, durante su intervención en un curso de El Escorial de la Universidad Complutense de Madrid, que su departamento tiene preparada una "reforma impositiva" con un impuesto que gravará todas las fuentes de generación eléctrica (renovables, no renovables o convencionales), si bien el impuesto será "progresivo" para que las tecnologías que reciben más "subsidios" contribuyan más, y fijará, adicionalmente, una tasa a la generación de energía nuclear e hidráulica.

Soria apuntó además que otra de las medidas que se adoptará para el sector eléctrico será incorporar al sistema los ingresos derivados de las ventas de derechos de emisión de CO2, "que a partir del 1 enero de 2013 lo deben hacer los Gobiernos dentro del cupo correspondiente a cada país de la Unión Europea".

En este sentido, el Ministro explicó que lo que hay preparado es una reforma impositiva para gravar todo tipo de generación con todo tipo de tecnología, sobre la base de un impuesto que grave "como hecho imponible la generación, con una base que sea el precio que se vende por la cuantía". Eso sería, añadió, un tipo "progresivo" que permitirá que haya una mayor relación en la imposición en comparación con el subsidio que recibe cada tecnología.

Por otro lado, el titular de Industria señaló que si a alguien le molestan estas medidas, que se presentarán en el Consejo de Ministros este viernes, "se intentará convencerle de que es lo mejor para España".

Asimismo, Soria reconoció que las primas renovables comprometidas hasta el año 2020 ascienden a 70.000 millones de euros y que si Industria decidiese acortarlas generaría inseguridad jurídica. El ministro de Industria no citó expresamente las tecnologías fotovoltaicas y termosolar, que son las que más primas reciben por megavatio hora producido y que, a priori, serían las más afectadas por esta medida.

No obstante, recordó que el Tribunal Supremo avaló posibles recortes de primas y, aunque sea legal, el Ejecutivo optó por una reforma que venga por una "vía de impuestos" y no por un recorte directo de la retribución.

Al ser preguntado acerca de las repercusiones de las medidas para el sector fotovoltaico, el ministro dijo que "aquí no se va castigar a nadie, pero se van a tomar medidas para corregir un problema muy grave que tenemos en el sector energético, que es el del déficit de tarifa", indicó Soria, quien subrayó que "Industria no quiere enfrentarse con ningún sector", pero insistió en que "cuando habla con ellos" le dicen que este problema debe resolverse.

Fiscalidad energética contra el déficit de tarifa

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el pasado miércoles en el Congreso que habrá un nuevo "esquema de fiscalidad energética" para repartir entre los "diferentes sectores implicados" la solución "definitiva" al déficit de tarifa eléctrica, que ya supera los 24.000 millones de euros.

Para atajar este desajuste, Soria reconoció que no se pueden subir todos los ingresos a costa del recibo de la luz, que tendría que subir un 80%, sino que hay que incrementarlos "también" a través de los impuestos, que van a ir dirigidos a todas las tecnologías y no a algunas determinadas, porque en ese caso sería "muy injusto", declaró a los medios tras su intervención. Por otro lado, Soria apostó por idear otro tipo de mecanismos para que el déficit de tarifa no se incremente entre los 6.000 y los 6.500 millones al año, y para que el déficit no recaiga sólo sobre los operadores, consumidores o el Estado.

Entre los agentes del sector se baraja la posibilidad de que se imponga una nueva tasa a la generación de electricidad sobre todos los modos de producción (renovable, nuclear, hidráulica, ciclos combinados, etc…) o que los carburantes sean gravados con el denominado "céntimo verde" para que el sector petrolero contribuya a financiar las energías renovables.

Los cambios en el sector energético se enmarcan dentro del conjunto de reformas emprendidas por el Gobierno para reducir los costes a las familias y empresas y para dinamizar la actividad productiva, subrayó Rajoy.

El presidente del Gobierno recordó que el coste de la energía condiciona la competitividad de la economía, de forma que puede llegar a representar hasta el 50% de los costos de producción de la industria y tiene un fuerte impacto en el IPC.

"Las decisiones de política energética adoptadas durante los últimos ocho años han dejado de lado la prioridad de suministrar la energía al menor coste posible y han conducido a un abultadísimo déficit tarifario al que vamos a dar una solución definitiva", aseveró Rajoy. Dicha solución, añadió, vendrá de un reparto del déficit "entre los diferentes sectores implicados a través de un nuevo esquema de fiscalidad energética".

El déficit de tarifa eléctrica se genera porque los ingresos obtenidos vía recibo de la luz no son suficientes para cubrir todos los costes que soporta el sistema.

En reiteradas ocasiones, el ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró que la solución del déficit de tarifa debía ser repartida entre el Estado, las empresas y los ciudadanos, que en las dos últimas revisiones de la tarifa de último recurso (TUR) han tenido que hacer frente a subidas del 9,4% en abril y del 4% en julio.

 
 
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