El Plan de Eficiencia Energética puesto en marcha por el Gobierno de La Rioja en el Hospital San Pedro ha conllevado la construcción de un sistema geotérmico para aprovechar la temperatura terrestre como energía, con la previsión de que entre en funcionamiento en 2013.
Este sistema está compuesto por diez pozos de 125 metros de profundidad, en los que se instalará un intercambiador de calor subterráneo, que extraerá el calor o evacuará el calor sobrante. Estos pozos, ubicados en la parte oeste del hospital, ya están construidos y la previsión es aprovechar la renovación del contrato de mantenimiento del centro para introducir la explotación de estos pozos como mejora y que puedan estar funcionando a lo largo de 2013.
El Hospital San Pedro y el Centro de Investigaciones Biomédicas de La Rioja (CIBIR) logró ahorrar 2,3 millones de euros en 2011 gracias a este Plan de Eficiencia Energética. Esta iniciativa se puso en marcha en 2010 y supone un uso racional de la electricidad, del agua y del gas para ahorrar energía y reducir las emisiones de CO2.
El apartado en el que más ahorro se consigue, es en el eléctrico, en el que se gastaron 1,4 millones de euros menos el año pasado respecto al anterior. En iluminación interior, se han sustituido las lámparas de fluorescencia por tecnología LED, lo que permite un ahorro de 56 megavatios al año y evita la emisión de 14 toneladas métricas de CO2 al ambiente.
También se ha controlado el flujo lumínico, vigilando el encendido y apagado de las luces, que se han adecuado a los diferentes horarios de invierno y verano. Dentro del apartado de electricidad, el control de la climatización supone el 65 o 70 por ciento del ahorro total y, en este sentido, se ha regulado el funcionamiento de las climatizadoras, fijando un horario para cada equipo en función de las necesidades del servicio al que climatiza y con detectores de presencia, que encienden el sistema cuando detectan a una persona.
Además, se ha puesto en marcha una instalación de placas solares para producir agua caliente sanitaria, que evitan la emisión de 114 toneladas de CO2 a la atmósfera y ahorran medio megavatio al año.
En cuanto al agua, se han sustituido los rociadores de ducha actuales por unos "eco-ahorradores" en todas las habitaciones, que permiten pasar de un consumo de 18 litros por minuto a ocho. También se han instalado pulsadores de doble descarga en los baños de las habitaciones, que reducen el consumo de seis a tres litros por descarga. Estas medidas han logrado pasar de 190.000 metros cúbicos de agua a 170.000, mientras que las calderas de gas natural, que se encienden o apagan en función de la demanda, han permitido reducir el consumo de 23 a 19,72 gigavatios.