Los ministros comunitarios de Energía y de Medio Ambiente están abordando esta semana la forma de avanzar en varias cuestiones sobre las que se mantiene un reñido pulso, como el establecimiento de nuevos objetivos de ahorro energético y la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Los representantes de los Veintisiete están en Dinamarca -que este semestre ejerce la presidencia rotatoria de la Unión Europea- en el Consejo informal de ministros de Medio Ambiente (miércoles y jueves) y al de Energía (jueves y viernes).
Dinamarca espera lograr un acuerdo en torno a la nueva Directiva de Eficiencia Energética antes de junio, un objetivo complicado debido a la resistencia de algunos países a adoptar nuevos compromisos en este sentido.
Los Veintisiete se inclinan por adoptar medidas de ahorro energético de carácter obligatorio, siempre que se mantenga una cierta flexibilidad, mientras que el Parlamento Europeo (respaldado por las organizaciones ecologistas) exige a los países que adopten metas de ahorro nacionales.
Las negociaciones sobre la nueva estrategia energética europea hasta 2050, que plantea rebajar las emisiones de CO2 entre un 80 % y un 95 % para esa fecha y recomienda establecer objetivos voluntarios intermedios (una disminución del 40 % para 2030 y del 60 % en 2040), tampoco serán sencillas.
El veto polaco hizo imposible el pasado 9 de marzo que los ministros alcanzaran el consenso necesario para pedir formalmente a la Comisión Europea (CE) que presentase propuestas para avanzar en este sentido, una situación que ya se había vivido en junio de 2011.
Pese a este fiasco, los veintiséis países restantes y la CE anunciaron su intención de seguir avanzando a pesar de la oposición polaca, tarea en la que cuentan con el apoyo del Parlamento Europeo, que dio su visto bueno a la estrategia energética 2050 en el pleno de marzo.
En el Consejo de Medio Ambiente se ha discutido cómo intervenir en el sistema de comercio de derechos de emisión de CO2 (conocido como ETS, por sus siglas en inglés) para aumentar el precio de estos títulos. El valor en el mercado de éstos se encuentra desplomado debido a que la disminución de la actividad industrial motivada por la crisis económica ha hecho que desciendan las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de las previsiones iniciales.
Esta situación preocupa en Bruselas debido a que el bajo precio de los créditos hace que pierdan su sentido original, que es incentivar a las empresas a que se modernicen para contaminar menos, por lo que la Comisión Europea está estudiando cómo equilibrar el mercado de emisiones sin que resulte en una distorsión de mercado.
España en principio ni se opone ni apoya la retirada de créditos del mercado, a la espera de que el Ejecutivo europeo muestre sus cartas y quede claro cómo, cuándo y bajo qué condiciones se ejecutaría este movimiento.
Los titulares de Medio Ambiente también discutieron sobre el séptimo Programa de Acción Medioambiental de la Unión Europea y medidas para hacer más "verde" la economía, y prepararán la cumbre de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (Rio+20), que se celebra el próximo mes de junio en Río de Janeiro (Brásil).