La reducción de la factura de luz, agua y gas en los hospitales, que consumen el 2% de la energía en España, es una de las prioridades del Sistema Nacional de Salud en el actual contexto de crisis económica y déficit presupuestario. Por término medio, el consumo anual de cada cama de hospital es de 29.199 kWh, lo que supone un gasto aproximado de 4.467 euros al año tomando como referencia un coste medio de quince céntimos de euro por cada kWh.
Aunque existen diferencias en la tipología y dimensión de los centros hospitalarios entre las diferentes comunidades, un baremo en función de las camas instaladas muestra que los hospitales más grandes, por encima del millar de camas, podrían ahorrar más de 1,1 millones de euros anuales. Por su parte, los de tamaño medio -entre 250 y 1.000 plazas- reducirían su gasto en unos 700.000 euros al año, mientras que los centros con menor capacidad podrían ahorrar hasta 300.000 euros.
A modo de ejemplo, los principales complejos hospitalarios del país, como son el Gregorio Marañón (Madrid), el de Santiago de Compostela (A Coruña), el Virgen del Rocío (Sevilla) o La Fe (Valencia) reducirían su gasto energético en cifras cercanas a los dos millones de euros anuales por centro.
Ahorrar sin afectar a la calidad De acuerdo a los datos del sector, en los 792 hospitales distribuidos por la geografía española se consume energía de manera ininterrumpida todos los días y horas del año, principalmente en los capítulos de calefacción (21% del total), climatización de estancias (17%), refrigeración (15%) e iluminación (9%).
Euroconsult estima que con un sistema de gestión de la demanda energética dentro del hospital se podrían corregir todas las desviaciones de consumo no deseadas en el mismo momento en que se producen, al segundo, sin perjudicar la seguridad y el confort de los pacientes pero sí garantizando una optimización de costes que podrían destinarse a otras partidas. Sólo los 180 millones anuales de ahorro podrían obtenerse con un sistema de inteligencia artificial de control de la demanda, lo que equivaldría a la mitad del gasto sanitario de La Rioja para el año 2012.
Todos estos ahorros contribuirían a reducir el déficit de las comunidades autónomas, que en 2011 se disparó hasta el 2,9%, muy superior al límite del 1,3% fijado por la Unión Europea. Además, una mejor gestión de la demanda energética en los hospitales permitiría descartar fórmulas impopulares como el copago, ya implantado en algunas comunidades autónomas.
Cataluña, Andalucía y Madrid, las que más ahorrarían
Los ahorros más cuantiosos se producirían en las comunidades con un mayor volumen de camas hospitalarias. A la cabeza se situaría Cataluña, con 37,7 millones de euros de ahorro cada año, seguida de Andalucía (24,5 millones), Madrid (23,9), Comunidad Valenciana (15,9), Galicia (11,6) y Castilla y León (10,6).
Con un ahorro considerable, aunque por debajo de los diez millones anuales, se encontrarían País Vasco (9,3), Canarias (8,6), Castilla-La Mancha (6,6), Aragón (6,1), Murcia (5,1), Asturias (4,7), Extremadura (4,6), Baleares (3,5), Navarra (2,7), Cantabria (2,4) y La Rioja (un millón).
El responsable de iGreen y gestión energética de Euroconsult, Carlos Sáez, destaca que, "a diferencia de otras medidas de ahorro, como el uso de sistemas eficientes de iluminación, la sustitución de calderas de gasoil por gas natural o la implantación de sistemas de cogeneración eléctrica, la gestión en tiempo real de los consumos permite ahorros considerables a un coste considerablemente inferior, ya que la inversión inicial podría amortizarse en menos de un año".