El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por su siglas en inglés) anunciaron la semana pasada un fondo de 600 millones de dólares para proyectos de energía renovable y eficiencia energética en Centroamérica y el Caribe en los próximos cinco años.
El acuerdo fue firmado en el marco de la reunión anual del BID que se celebró días atrás en la capital uruguaya por su presidente, Luis Alberto Moreno, y el Asesor Especial Senior de JICA, Hiroto Arakawa.
Los países que tendrán acceso a este fondo de financiación son: Belice, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Surinam.
"Esta contribución, además de fomentar la adopción de inversiones energéticas amigables con el clima, será un apoyo a las medidas de mitigación que son esenciales para enfrentar los impactos negativos del cambio climático en los países más vulnerables en América Central y el Caribe", indicó Moreno en la ceremonia.
Arakawa señaló que Centroamérica y el Caribe están en el epicentro de la agenda de la agencia japonesa para combatir el cambio climático global. JICA aportará 300 millones de dólares de financiación en condiciones concesionales, y el BID la otra mitad del monto total.
"Estamos considerando posibles proyectos en las áreas de rehabilitación de centrales hidroeléctricas, la generación de energía fotovoltaica, y la instalación de fábricas de ahorro de energía, además de equipamiento", dijo Toshitaka Takeuchi, especialista en energía y el contacto técnico para el acuerdo en representación de la División de Energía del BID.
También se explorarán las posibilidades de generación de energía geotérmica en la región.
Como parte de su reciente aumento general de capital, el BID ha establecido una meta que señala que 25 % del total de sus préstamos se dedicará a la adaptación al cambio climático, la sostenibilidad del medio ambiente y las energías renovables.