El II Encuentro-edificación sobre rehabilitación energética de edificios contó con la participación de Álvaro Pimentel, secretario general de ATEPA, que señaló como principal conclusión de su intervención que“con el poliuretano, ya sea proyectado o en paneles sándwich, resolvemos de una sola vez los dos grandes problemas que presentan las cubiertas de los edificios: su impermeabilidad y su necesidad de aislamiento térmico”.
Pimentel, que ha acudido en representación de IPUR, la Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido, ha hecho especial hincapié en la necesidad de aislamiento del parque de viviendas existentes en España, como la solución ideal para reducir la demanda de energía y las emisiones contaminantes. No en vano, el 37% de las pérdidas de calefacción y refrigeración de un edificio se producen a través de las cubiertas y los suelos.
“Vivimos en un mundo en el que cada vez hay más elementos que consumen energía, pero al mismo momento tenemos un déficit en la producción de la misma, por lo que es totalmente necesario contemplar medidas que reduzcan el consumo de energía si no queremos perder las comodidades actuales”, ha afirmado el representante de IPUR.
Estas medidas de optimización energética, mayor rendimiento y ahorro de costes pasan ineludiblemente por acometer un correcto aislamiento térmico de la envolvente del edificio con el exterior, tanto en nueva edificación, bajo la tutela del CTE, como en rehabilitación de los edificios existentes. Además, será la única vía para cumplir con los compromisos adquiridos por España con la Unión Europea para reducir drásticamente sus emisiones de CO2. No hay que olvidar que el 36% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea son generadas por los edificios.
Según Pimentel, para conseguir un alto grado de ahorro energético “lo que tenemos que hacer es disminuir la demanda energética del edificio. Y en este sentido, el aislamiento es la solución más efectiva ya que con un mínimo de inversión permite rentabilizar el ahorro energético a lo largo de toda la vida útil del edificio”. Las cifras avalan esta teoría. Por cada euro invertido en aislamiento se consiguen 7 euros de retorno, por lo que la inversión queda completamente amortizada en poco tiempo.
Dentro de las distintas soluciones existentes en el mercado, Pimentel ha expuesto las ventajas del poliuretano para acometer un aislamiento ideal de la envolvente del edificio. Por una parte, los paneles sándwich de poliuretano que son una solución duradera (presentan una vida útil superior a 40 años), son ligeros y versátiles, de fácil montaje, escaso mantenimiento y completamente sostenibles; y por otra parte, el poliuretano proyectado, que suma a estas ventajas el ser un material ideal tanto para la impermeabilización de cubiertas como para su aislamiento térmico.
Con varios casos prácticos, Pimentel ha demostrado que el aislamiento con poliuretano en una vivienda se amortiza entre 6 y 10 años, dependiendo de si la calefacción es eléctrica o de gas, mientras que en naves industriales la inversión puede llegar a amortizarse en tan sólo uno o dos años.
Además de sus altas prestaciones térmicas, el poliuretano proyectado o inyectado aporta aislamiento acústico, protección frente al agua en fachadas, impermeabilidad en cubiertas, la posibilidad de rehabilitación de los soportes y la ausencia de patologías y humedades.