El pasado día 5 de diciembre, los ministros de Industria de la Unión Europea (UE) respaldaron una iniciativa de la Comisión Europea para que las empresas sean más dinámicas y avancen hacia un modelo de producción que esté más apoyado en la innovación, el crecimiento sostenible y la diversificación.
El Consejo de Ministros de Competitividad (Mercado Interior, Industria e Investigación) mostró su buena acogida a la comunicación -documento no legislativo- presentada por la Comisión el pasado octubre, en la que defiende un cambio de modelo productivo más basado en el conocimiento, la sostenibilidad y la eficiencia energética o mejores condiciones para las pymes.
La CE defendía mejorar el acceso de las empresas a la financiación, facilitar los requerimientos para la creación o disolución de las mismas, fomentar la competencia y reducir la regulación o estimular la participación del sector privado en las actividades de investigación y desarrollo, a fin de apoyar los objetivos de crecimiento y empleo de Europa para 2020.
Las conclusiones aprobadas por los ministros la semana pasada subrayan la importancia de restablecer la confianza de empresarios y consumidores, así como fortalecer el mercado interior y promover una base industrial "fuerte, innovadora, diversificada y moderna".
También celebraron la intención de la CE de ayudar en la coordinación de la política industrial de los Estados miembros y de promover un foro, en el primer trimestre de 2012, para intercambiar buenas prácticas.
Por lo que se refiere a la comunicación de la CE sobre la responsabilidad corporativa europea ente 2011 y 2014, los ministros destacaron las "ventajas de mercado" que se derivan de una "conducta empresarial responsable", y abogaron por que las acciones que vayan en esa línea no se vean lastradas por excesivas cargas administrativas.
Para reforzar la competitividad europea, señalaron varias acciones a las que los Estados miembros deben conceder prioridad, como la total puesta en marcha del mercado único europeo y, en particular, de un efectivo mercado único digital.
Además, defendieron reducir la fragmentación de los sistemas de apoyo a la innovación en la UE, garantizar unos precios de las materias primas justos y no distorsionados, favorecer la eficiencia energética y la interconexión de las redes, o reducir la carga administrativa -en especial para las pymes- y facilitar su acceso a la financiación.
Por otro lado, destacaron la necesidad de promover la competencia entre los proveedores de servicios y el uso de las telecomunicaciones -especialmente de la banda ancha-, y de fomentar las redes y agrupaciones empresariales entre diferentes Estados miembros.