Un proyecto de celdas de combustible para el sector residencial, Premio Nacional de Eficiencia Energética 2011 de Chile.

El Premio Nacional de Eficiencia Energética 2011, es adjudicado por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) como resultado del Concurso de Iniciativas de Investigación y Desarrollo en Eficiencia Energética de la entidad. Este premio se complementa con otros en las áreas de Educación, Industria y Minería, Transporte y Comercio. El galardón respectivo fue entregado el pasado día 1 a la autoridad académica por el director ejecutivo de la Agencia, William Phillips, y el integrante del directorio de esta entidad Fernando Alvear, en el marco de la ceremonia de inauguración de la Segunda Expo Eficiencia Energética, que tiene lugar en el Centro Cultural Estación Mapocho, en Santiago de Chile. El acto fue encabezado por los ministros de Energía, Rodrigo Álvarez, y de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, quienes felicitaron a la Universidad y a las otras siete instituciones por sus iniciativas favorables al desarrollo sostenible y a un mejor uso de la energía.

Celdas de combustible

El proyecto “La micro-cogeneración eficiente como medida para el aumento en la eficiencia térmica de la generación eléctrica y de agua caliente sanitaria, reducción de gases de efecto invernadero y diversificación de la matriz energética a nivel residencial” de la Escuela de Ingeniería Mecánica PUCV se basa en la aplicación de celdas de combustible para uso residencial. Esta tecnología data del siglo XIX y genera agua temperada y electricidad combinando hidrógeno y oxígeno electroquímicamente.

La iniciativa, que logró el aporte de 52 millones de pesos por parte de la AChEE, es encabezada por el director y profesor de Mecánica PUCV, Feliciano Tomarelli, “El proyecto considera primero seleccionar un equipo de micro-cogeneración adecuado para las necesidades de un inmueble residencial y/o comercial del país, para luego determinar su uso, rendimiento y eficiencia a través de la instalación y aplicación real del equipo, en orden a tener una opinión fundada respecto de la factibilidad técnica y económica de utilizar esta tecnología a nivel doméstico en Chile”, explicó el académico.

Adaptación de tecnología

El profesor Tomarelli dijo que “es una iniciativa de adaptación de tecnología. Vamos a ver si es técnica y económicamente viable. La celda será conectada a la red de gas natural, de donde se obtendrá el hidrógeno, y todo usuario obtendrá tanto agua caliente como energía eléctrica. El equipo generará electricidad, por lo que incluso aquella energía que el usuario no emplee, éste podrá vendérsela a la compañía, que podría descontarla de aquella que a su vez es consumida por el usuario”.

“Las celdas de combustible son muy antiguas y tuvieron una gran explosión en la década de 1960, cuando la NASA las empezó a usar para proveer de electricidad y agua potable a los astronautas. Sin embargo, su aplicación aún no es masiva, debido a los costos de implementación y a que por mucho tiempo el petróleo y otras fuentes energéticas han sido abundantes y no tan costosas. Pero ahora, en que el petróleo se ha vuelto caro, urge diversificar las fuentes y hacer mucho más eficiente la explotación de la energía; entonces, las celdas constituyen una tecnología que podría tener éxito porque son más eficientes y menos contaminantes”, comentó Feliciano Tomarelli.

 
 
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