El gasto medio en energía de los hogares españoles asciende a 650 euros anuales y el 46% de ese consumo energético se destina exclusivamente al apartado calefacción, según informaron fuentes de la organización de la Feria de la Climatización que se celebrará en febrero en IFEMA.
Reparalia, empresa dedicada a la comercialización de contratos de cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones, ha hecho un repaso de las buenas prácticas para evitar posibles problemas de pérdida de calor y aparición de humedades.
Estos son los consejos básicos para afrontar la llegada del invierno a nuestros hogares en las mejores condiciones:
- Revisión de calderas: Aunque la ley marca un plazo de revisión obligatoria más amplio, es conveniente hacer un chequeo anual de la instalación de la caldera. Para este propósito, se puede elegir una empresa certificada para esta labor. Es importante comprobar elementos como la llama (que sea de color azul), o el correcto funcionamiento y regulación de los termostatos.
- Purgado de radiadores: Es una tarea sencilla con una gran influencia en el rendimiento del sistema de calefacción. Sirve para extraer el aire acumulado del interior de los aparatos. Si no se elimina este aire, se interrumpe la circulación del agua y la instalación de radiadores no calienta de manera homogénea, por lo que se debe realizar en todos los de la casa. Si contamos con purgadores automáticos, el aire sale por sí mismo. Sin embargo, si son manuales, es aconsejable hacer un purgado cada vez que encendemos la calefacción tras una temporada sin utilizarla.
- Aislamiento térmico para evitar la filtración de frío a través de puertas y ventanas: Más del 80% de la pérdida de calor y de la entrada de frío y humedad a una vivienda durante el invierno es a través de las puertas y ventanas. La incorporación de termo paneles y juntas aislantes ayudan a atenuar los efectos del invierno. Una medida eficaz para contrarrestarlo es asegurarse de que los radiadores están instalados a los pies de las ventanas, con lo que crean una cortina de aire caliente que atenúa la exposición al frío exterior.
- Drenaje completo de cañerías con riesgo de congelamiento: Cuando las cañerías están expuestas a las bajas temperaturas propias de algunos lugares en invierno, existe el riesgo de que se congelen. Para evitar que puedan reventar si están llenas de agua, es aconsejable dejar corriendo un hilo de agua, ya que al estar en movimiento no será tan fácil que puedan obturarse por el hielo. Evaluar si se puede drenar y dejar totalmente vacía durante esos meses (por ejemplo, si la casa está deshabitada, es la instalación de una piscina o un riego automático que no utilizaremos en invierno).
- Evita que se cuele la lluvia en el interior: Las goteras y humedades son los problemas más incómodos que surgen con la llegada del invierno. La previsión es sumamente importante en los días de otoño, antes de que llegue el frío de verdad. Con la ayuda de un profesional, examina el tejado de tu hogar y arregla todas las fracturas que puedan dejar “colarse” la lluvia y la nieve. Comprueba además que las paredes exteriores de la vivienda están bien aisladas, de forma que no tengan grietas que puedan derivar en humedades en el interior de la vivienda.
Reparalia aconseja realizar estas prácticas antes de la llegada de los fríos invernales, ya que los daños causados por las bajas temperaturas y los duros fenómenos meteorológicos pueden causar daños difíciles de reparar a corto plazo.
Por otra parte, Reparalia indica unas recomendaciones encaminadas a optimizar el consumo energético y mantener una casa confortable, evitando un coste excesivo.
Con 20º basta
Por cada grado que se aumente la programación de la temperatura en la vivienda, el consumo energético aumenta un 7%, indica el estudio del IDAE, que añade que una temperatura de 20 grados centígrados es "suficiente" para mantener el confort en una vivienda.
El mismo estudio dice que en los dormitorios se puede rebajar la temperatura entre 3 y 5 grados, por todo ello, destaca el comunicado, instalar un programador de temperatura y utilizarlo "adecuadamente" permite "optimizar" el consumo.
Un mantenimiento adecuado de los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria puede ahorrar al usuario hasta 100 euros anuales porque el funcionamiento defectuoso aumenta el consumo en un 15%.