El proyecto Mont-Blanc, que reúne a un consorcio europeo de proveedores de tecnología industrial y centros de investigación de supercomputación, está desarrollando el primer superordenador híbrido que se espera consuma entre un 15% y un 30% menos de energía que las arquitecturas tradicionales.
El Barcelona Supercomputing Center, que coordina el proyecto, se ha marcado como objetivo disparar la eficiencia energética de los sistemas informáticos de alto rendimiento. “En la mayoría de los sistemas actuales, las CPUs por sí solas consumen la mayor parte de la energía, a menudo el 40% o más”, comenta Alex Ramírez, líder del proyecto para España. “En comparación, la arquitectura de Mont-Blanc se basará en aceleradores de cálculo eficientes y procesadores de ARM para lograr un aumento de entre 4 y 10 veces la eficiencia energética para 2014″.
A través del denominado EU Mont-Blanc Project, los investigadores españoles desarrollarán arquitecturas de alto rendimiento y aplicaciones capaces de aprovechar las capacidades que ofrecen los chips para móviles y sistemas embebidos.
Junto al Barcelona Supercomputing Center colaboran otros centros de Alemania, Francia e Italia, que harán uso de sistemas OEM europeos así como empresas como Bull, uno de los principales proveedores del sistema HPC, ARM, como especializado en procesadores integrados de alto rendimiento, y Gnodal, como socio de interconexión que centra su nuevo producto en escalabilidad y eficiencia energética.