Este proyecto de ciudad inteligente es parte de una iniciativa global de implementar en la capital catalana un nuevo modelo energético que beneficie su progreso económico y social. Las nuevas tecnologías aplicadas en la ciudad tienen como objetivo el ahorro y la eficiencia energética, con una gestión más efectiva y sostenible tanto por parte de los clientes como de la compañía. En una primera fase, la renovación beneficiará a 50.000 clientes para, posteriormente, irse extendiendo a toda la ciudad.
Endesa ha empezado a trabajar en un proyecto de modernización del sistema de suministro eléctrico en Barcelona que tiene como objetivo el desarrollo de una novedosa red inteligente, que permitirá un mayor ahorro y una gestión eficiente y sostenible. De esta manera, se prepara la ciudad para un modelo energético de futuro, basado en valores que persiguen el progreso económico y social del entorno. El conjunto de actuaciones para la creación de este modelo inteligente de ciudad o smartcity cuenta con una inversión prevista por la compañía que supera los 100 millones de euros.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona a través de las tenencias de Alcaldía del Hábitat Urbano y Promoción Económica, y con la participación de diferentes empresas tecnológicas del sector, y tiene como objetivo establecer un nuevo modelo eléctrico más adaptado a las necesidades de la sociedad actual y futura, principalmente buscando una mayor eficiencia energética y un desarrollo más sostenible de la ciudad. La propuesta está diseñada para aplicar estos conceptos tanto por parte de la compañía como por parte de los propios clientes, a los que se facilitará un mayor control de su consumo y una mayor capacidad de gestión.
Para alcanzar estos objetivos, Endesa instalará un conjunto de nuevas tecnologías de distribución eléctrica, operativas en larga escala en Italia sobre la red de Enel desde hace 10 años y diseñadas específicamente a tal efecto. En primer lugar, la compañía aplicará la nueva generación de dispositivos de telegestión para el control de la red (smart metering), con la instalación de más de un millón de nuevos telecontadores en la ciudad, que permitirán un mayor conocimiento y optimización del consumo por parte del cliente. Estos sistemas permitirán facilitar y aumentar la capacidad de previsión y adaptación del consumo, comportando un ahorro económico al ciudadano y, a su vez, una reducción de la emisión de gases como el CO2 o el NOx.
Para dotar al sistema de una mayor maniobrabilidad (necesaria para aplicar los cambios diseñados con los datos obtenidos del smart metering) se implementarán nuevas tecnologías de redes inteligentes (smart grids) de última generación.
Las mejoras de las que consta el proyecto de Endesa para Smartcity están divididas en dos fases. La inicial, que se desarrollará hasta noviembre de este año, cuando tenga lugar la Feria de Smartcities en Barcelona, y la posterior, que tendrá lugar a partir de la clausura del evento.
Un concepto global
Los objetivos del proyecto van más allá de la mejora del sistema eléctrico independiente del uso. Las reformas también comprenden trabajos para impulsar nuevos usos más eficientes y sostenibles de la energía en beneficio del ahorro y el progreso sostenible del entorno.
Uno de los planes de mejora es el que involucra el vehículo eléctrico, del que Barcelona es uno de los impulsores a través de acciones como la creación de la primera ‘isla de energía Endesa’, el primer punto de recarga rápida del vehículo eléctrico de España, inaugurado este mismo año en una estación de servicio en el barrio 22@.
En cuanto a otros usos eficientes de la energía eléctrica, la Compañía también tiene previsto poner en marcha nuevos sistemas de alumbrado público que sean capaces de unir un cómodo tránsito por la vía urbana, una reducción importante de la contaminación lumínica y un menor uso de recursos energéticos. Esto se conseguirá con la implementación de tecnología LED de última generación como la desarrollada por el Grupo Enel.
Dentro de este mismo proyecto, Endesa está trabajando para aplicar los conceptos de eficiencia y sostenibilidad no sólo en entorno público sino también en edificios y redes propias, integrando también la energía producida por fuentes renovables y su almacenamiento inteligente (micro grids).
En una primera fase, estas reformas beneficiarán directamente a 50.000 clientes, así como, indirectamente, el desarrollo integral de Barcelona. De los clientes directos hay 43.000 domésticos, 600 industriales y 6.400 de servicios aproximadamente. En total, se trabajará con una red que comprende 7 subestaciones, 85 líneas de media tensión, 568 centros de distribución y una potencia contratada de 527.000 kW.
El valor más importante de esta primera fase es que no se trata de un proyecto de prueba, sino que las reformas y mejoras están diseñadas para tener continuidad en el tiempo y servir no solamente como test, sino como primera etapa para la creación de una Barcelona con vistas al futuro y preparada para asumir los retos que se planteen no sólo a nivel económico y de desarrollo, sino también a nivel de eficiencia energética y sostenibilidad.
Smartcity a nivel mundial
El concepto de smartcity se ha ido puliendo y creciendo a lo largo de los últimos años y ya se aplica en ciudades como Málaga, también de la mano de Endesa. Fuera de España, otras ciudades que han llevado a cabo actuaciones en esta línea son Génova y Bari, en un proyecto de la mano de la propia Enel, Abu Dhabi (con su objetivo 0 emisiones), Londres, Shangai y, presentada recientemente, Armação dos Búzios, en Brasil.