Los hoteles se suman poco a poco al uso de tecnologías y soluciones para reducir costes energéticos. Una de las fórmulas que comienza a calar en el sector es la de recurrir a empresas de servicios energéticos que venden energía solar. Las empresas malagueñas Aquasol y Sumersol han entrado en el sector hotelero de la Costa del Sol, en el que ya ha implantado esta fórmula en cuatro hoteles, el último de ellos el emblemático Pez Espada.
Estas sociedades se encargan de ejecutar la instalación solar y se hace cargo de todos los gastos de la misma, manteniendo la propiedad del equipamiento mientras dura el contrato de suministro de energía solar térmica para agua caliente sanitaria. Por su parte, el hotel consume la energía captada por la instalación solar, ubicada en sus edificios, pagando únicamente la energía solar consumida cada mes.
Desde Sumersol aseguran que el ahorro medio en la factura es de un 10% sobre lo que venía pagando en consumo de agua caliente sanitaria y apuntan que además el hotelero deja de temer a las continuas subidas del recibo de luz o de gas. En este sentido, explican que «existe un ahorro en el precio de la termia solar. Es más barata que la producida por el gasóleo o propano. Además, mientras que la energía producida por los combustibles fósiles va ascendiendo a medida que los precios del petróleo y del crudo aumentan, nuestro compromiso es que el precio de la energía solar es fijo y aumenta solamente con el IPC durante los años de vigencia del contrato de venta de energía, independientemente de la subida de los combustibles convencionales», precisan en un nota.
Esta empresa de venta de energía solar tiene previsto añadir a su cartera de negocio otros ocho o nueve hoteles, todos ellos cumplen con los requisitos de contar con un mínimo de cien habitaciones y permanecer abierto todo el año. «El sector hotelero es un segmento que da mucho juego en la Costa y en el que existe una gran sensibilización por estas energías», apuntaron.
La ventaja de esta fórmula es que los hoteles no tienen que hacer frente a una inversión importante que supone la instalación de las placas, cuyo coste puede ascender a unos 80.000 ó 90.000 euros. La situación económica del sector impide a muchos establecimientos sumarse a la energía solar precisamente por no contar con recursos para afrontar la instalación. En este caso, la fórmula de comprar la energía evita realizar el desembolso.
En el caso del Pez Espada, que inauguró el pasado día 6 de octubre, la instalación cuenta con 10.000 litros de acumulación de agua sanitaria. «Es un ahorro considerable, tanto económico como medioambiental que deseamos recalcar. Pero además es muy importante para la imagen del cliente que se asocie la no contaminación con un elemento diferenciador», explicaron desde Sumersol.
Esta empresa detalla como elementos positivos de esta fórmula el ahorro en inversión, el que el hotel da utilidad a la terraza, cubierta o parking del edificio al permitir la colocación de los paneles solares y que apoya el uso de energías renovables que supone una reducción considerable de emisiones de CO2 y, por tanto, de contaminación ambiental. De esta manera refuerza su imagen de empresa comprometida con el medio ambiente. Sumersol insiste en que este sistema garantiza el ahorro en la factura mensual de agua caliente sanitaria y elimina los costes de mantenimiento técnico, la burocracia, seguros de montaje y funcionamiento.