El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ha asociado con el Fondo Nórdico de Desarrollo (NDF, según sus siglas en inglés) para poner en marcha un programa de inversiones de 1,5 millones de euros para apoyar a empresas ubicadas en América Central con el propósito de adoptar tecnologías limpias y mejorar su eficiencia energética.
El programa, que se enfocará en empresas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, proporcionará donaciones para financiar auditorías energéticas y estudios de viabilidad sobre energía limpia que ayudarán a las empresas a identificar oportunidades concretas de inversión para propiciar mejoras amigables con el clima.
Se espera que el proyecto estimule a las empresas participantes a invertir más de 15 millones de dólares en mejoras relacionadas con la eficiencia energética en el curso de los próximos dos años, lo que podría generar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de más de dos millones de toneladas métricas.
“La utilidad de este fondo de donaciones se encuentra en su potencial para persuadir a los gerentes financieros o CFOs a tomar grandes decisiones de inversión, por lo que puede ser una herramienta poderosa para incrementar las inversiones en energía limpia”, dijo Kelle Bevine, jefa de Estrategias del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID, quien ejecuta el programa.
“La eficiencia energética es una fuente de bajo costo que estimula ahorros financieros y permite la reducción de emisiones. Sin embargo, las oportunidades de inversión en eficiencia energética con tecnologías existentes y ya probadas aún están siendo poco explotadas en América Latina y el Caribe”, agregó Patrick Doyle, jefe de equipo del proyecto del BID.
Este programa permitirá que las empresas, por ejemplo, ahorren en sus facturas de servicios públicos a través de medidas tales como edificios protegidos por materiales aislantes, aparatos electrodomésticos y sistemas de iluminación eficientes. Asimismo, se identificarán oportunidades para impulsar in situ proyectos de energía renovable capaces de autoabastecerse. Los clientes potenciales incluyen aeropuertos, hoteles, municipalidades, servicios públicos, escuelas, instalaciones de procesamiento agrícola y plantas de energía renovable.